Reflexiones

Wednesday, November 22, 2006

Respuesta a la pregunta

Esta es la carta que acabo de enviar al periódico "la verdad", grupo editorial vocento, por una entrevista a un hombre cambiado de sexo donde formuló una serie de ataques a quienes defendemos la verdad, creemos en la Santa Iglesia Católica y buscamos cuanto bueno, bello y verdadero pueda existir:

Esta carta no es ningún tipo de vociferio para obtener un supuestoarrepentimiento por parte de quien asumiere la responsabilidad de los hechosacontecidos ha dos o tal vez más días. Me dirijo a ustedes con el fin dehacer brillar la razón tras haber leido en el pasado día la entrevista deuna persona transexual perteneciente a un partido político, pues me gustaríaque, en futuras ediciones, se tuviese en cuenta m opinión para redactar,aunque no se me dé la razón.

Soy lector diario de su periódico, no hay día que, con más o menos prisa, nolo compre y lo lea, al menos la parte de opinión y actualidad. Por ellomismo, soy consciente de que trata su línea editorial, con relativafrecuencia, la transexualidad como algo natural y presente en el hombre.Recientemente, como he comunicado en líneas superiores, leí la entrevista aun hombre, cambiado de sexo, que estaba a la defensa de la nueva ley decambio de sexo, así como daba escasos argumentos y grandes insultos contrala Santa Iglesia Católica.Como lector que soy de su periódico, me gustaría decirles que, el nombre queencabeza todos sus números, debe verse honrado en las páginas interiores, ypor ello me siento molesto por lo que pude encontrarme ayer.

La condición sexual de la persona, a diferencia del carácter o de otrosatributos, es algo que viene impreso en su código genético, es algo que nose puede sacar de ahí y es algo que le acompaña hasta la muerte. Por muchoscambios fisiológicos que se puedan dar en la persona, esta nunca podráalterar un código que le data de una naturaleza sexuada hasta la muerte. El hecho de la transexualidad supone una negación de la realidad, en pro de undisfraz que le cambia tal naturaleza aparentemente, aunque su códigoseguirá diciendo que en realidad es lo que es. Por ello mismo, el hecho dedar a una persona transexual tal cambio de sexo, por el hecho de que en apariencia puede haber modificado tal condición, es en realidad una negaciónde la naturaleza, que si se quisiese evitar, bastaría con permitir durante un tiempo que las hormonas que se ingieren dejen de actuar y volverían adarse los atributos correspondientes a la persona.

El ser humano, per se, sólo puede optar a dos formas de manifestar susexualidad: como hombre o como mujer, al margen de como use tal sexualidad yen qué condiciones se mantenga. De tal manera que, lo que marca lanaturaleza, no puede sino ser la opción que ha sido predeterminada sobre sí,pero cuya negación no se corresponde con una realidad, sino con unpensamiento. Cuando el pensamiento contradice lo marcado por la realidad,entramos en un terreno donde estamos dando a la opinión prioridad ante laverdad (por ello mismo me molestó que fuera su periódico quien publicasesemejante entrevista) cuando la opinión contradice a la verdad, es la verdadla que niega a la opinión, no por opinar media humanidad que la Tierra eraplana esta dejaba de ser redonda. De manera tal que quien está dando unaopinión contraria a la verdad, en realidad lo que está haciendo es negar unaobviedad que, si bien puede respetarse como doxa, no puede respetarse comologos, pues de ser la doxa equiparable al logos, o como decía el hombreentrevistado, de ser su opinión superior a la vedad fascista (no la verdadde los fascistas, sino la verdad con el adjetivo de fascista) entramos en loque podríamos denominar una persona demente. Una persona demente no esestúpida, no es retrasada ni hay que denigrarla, pero la escucha a talpersona debe de ser con el filtro del conocimiento de la verdad. Si un locodijese que nuestra galaxia está en su mano y controla el mundo con su mente,es obvio que le escucharíamos atentamente, pero no creríamos nada, puestoque niega la verdad y la naturaleza.Es, a todas las luces de la razón, obvio, al mismo tiempo, que tal leydefendida por esta persona, cuyo partido me es indiferente porque sólo sonunas siglas que representan a distintas personas con ideas idénticas, suponeen realidad una negación aun mayor de la realidad. Me explico, el hecho decambiar a una persona de sexo por quitarse un órgano y ponerse otro, puedeser más o menos acertada (hoy en día, quien conozca el código genético sabráque es un gran error), pero el hecho de dar un sexo a una persona por elhecho de que dice pertenecer a tal (aun cuando a todo ojo no es así) superacon creces el error pretérito, pues en este caso además se está dando pie aque todo cuanto demente hay en nuestro país pueda, por medio de una doxa atodas luces errónea, conseguir lo que cree que tiene. Así por ejemplo, quiena su avanzada edad considera que está casada con Zapatero, por culpa de unaenfermedad degenerativa pudiera ser, habría que hacerle caso, aun sabiendoque tal doxa es sumamente contraria a la verdad. Además, volviendo aaterrizar mis argumentos, podría darse el caso de que un criminal, hombre eneste caso, que lo fuera en potencia, cambiase su sexo, se le diese el tratocorrespondiente a tal sexo y, al convertirse en criminal en acto, como mujerque dice la ley que es, pero sin el cambio de sexo quirúrgico, pues no esnecesario, se le llevase a una cárcel de mujeres; lo cual no dejaría de serun premio para tal persona.

Concluyo mis palabras con un llamamiento a la realidad, a la conciencia y acumplir con lo que representa su nombre. No hay razón para que se le dé acada persona lo que quiere tener si ello no corresponde con lo que debetener, máxime cuando la realidad se impone a su opinión y visión particular.La naturaleza nos ha dotado de unas leyes sin las cuales no podemos vivir,si negando la ley de la gravedad al saltar de un piso alto probablemente nosdaría problemas, no creo que negar la ley genética nos dé grandes éxitos.Por ello mismo les animo a considerar lo que ustedes publican; si bien sepuede dar voz a toda doxa, también se debe dejar que la doxa no manche sunombre.

Que la verdad nos haga a todos libres.