Estiércol

A la luz de un julio movidito con problemas varios en un trabajo eventual, me he detenido a meditar sobre los diversos sistemas de manipulación de individuos conocidos como los mass media. Es realmente increíble que libros de pésima escritura, con sandeces y espasmos de incultos americanos capaces de abochornar a cualquier analfabeto en Europa, puedan llegar a ser el referente de personas que han decidido ser ateas por la gracia y obediencia de cierto poder descabezado recientemente por un cáncer. Es realmente lamentable que se utilicen semejantes majaderías para atacar una fe por la que se ha dado la vida en todas las etapas de la historia, en todos los rincones habitados de este mundo y siendo mártires tanto ricos como pobres.
Siendo serios, sólo quería expresar en estas líneas el malestar que siento por intentar demostrar a tantas personas, engañadas por un grupo mediático, que están despreciando perlas por obedecer a pastores que les llevan al mismísimo estiércol que les formó a ellos. No soy quien para despreciar una ideología, una fe o un sector político, pero sé que tengo la suficiente sensatez para decir que cuantos están corrompiendo las mentes juveniles, o seniles, de este mundo bien merecerían una buena condena por el daño moral que están realizando a una sociedad que busca, sin saber dónde, y a tientas, un Dios que les dé lo que les han prometido, y nunca otorgado, la televisión que vende que el pecado es el paraíso.